Las mujeres han estado practicando la masonería durante siglos. Conozca a cuatro mujeres que lideran y construyen logias femeninas y mixtas hoy. 

Maryse Fauville

Gran Maestro

Gran Logia Femenina de Bélgica
Bruselas, Bélgica

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“El espíritu masónico es, ante todo, humanista. Todos los masones deben unirse para compartir nuestras ideas humanísticas y cambiar las cosas que no van bien”, explica Maryse Fauville. Como gran maestra de la Gran Logia de Mujeres de Bélgica, participa en la Alianza Masónica Europea, que se reúne varias veces al año con la Comisión Europea sobre una serie de cuestiones éticas.

Pero originalmente, Maryse se convirtió en masón por razones más personales. “Quería trabajar en mí mismo. Para mejorar, me uní a un grupo donde la reflexión interna era parte del proceso. Pensé que estar con otras mujeres de mente abierta me ayudaría a comprender mejor a los demás y a trabajar juntas por el mejoramiento de la humanidad”.

Y, la cultura de su logia hace exactamente eso. “Trabajamos en nosotros mismos para rechazar ideas prefabricadas, reflexionar y desafiarnos a nosotros mismos. Queremos estar abiertos a las opiniones de los demás. Abrirse a los demás incluye el deseo de mejorar la sociedad y participar en la acción social”.

¿Qué te hizo querer convertirte en masón?

Quería trabajar en mí mismo. Para mejorar, me uní a un grupo donde la reflexión interna era parte del proceso. Pensé que estar con otras mujeres de mente abierta me ayudaría a comprender mejor a los demás y trabajar juntas por el mejoramiento de la humanidad.

 

¿Cómo describiría la cultura de su logia?

Obediencia liberal femenina, no dogmática, muy preocupada por la defensa y protección de los derechos humanos y con énfasis en los derechos de la mujer. Somos mujeres libres y responsables rechazando todo dogma, sin convenciones ni ataduras.

Trabajamos en nosotros mismos para rechazar ideas prefabricadas, reflexionar y desafiarnos a nosotros mismos. Queremos estar abiertos a las opiniones de los demás. Abrirse a los demás incluye el deseo de mejorar la sociedad y emprender alguna acción social.

Nuestro lema es: “Libertad, igualdad, fraternidad”. Lo aplicamos de dos maneras: tratando de transmitir nuestros valores en las arenas políticas y de toma de decisiones; y 2) siendo nosotros mismos, un movimiento social sobre el terreno. Convertirse en masón es un compromiso. Es el compromiso de trabajar por el progreso de la humanidad.

 

¿Tienen los masones la responsabilidad de hacer del mundo un lugar mejor?

El espíritu masónico es, ante todo, humanista. Todos los masones del mundo debemos unirnos para transmitir nuestras ideas humanistas y cambiar las cosas que no van bien. Podemos hacer esto a través de nuestra influencia personal en el mundo civil y político, oa través de organizaciones masónicas. Podemos expresarnos en las arenas políticas, pero evitamos hablar de política per se en las logias.

Un ejemplo: la Alianza Masónica Europea se reúne varias veces al año con la Comisión Europea sobre una serie de cuestiones éticas. Es una voz importante entre las instituciones religiosas que también se reúnen con la Comisión Europea.

 

¿Hacia dónde quiere que vaya la Masonería en el futuro?

Los retos del mañana son inmensos: luchar por la supervivencia de nuestro planeta, limitar el cambio climático; luchar contra la desigualdad, defender los derechos humanos y aceptar —con más humanidad— a los inmigrantes, porque la inmigración será inevitable. También podríamos desarrollar un marco ético para las nuevas tecnologías y el progreso a la velocidad de la luz que está cambiando a la humanidad. Me encantaría ver que la Masonería del futuro persiga estos objetivos y se vuelva más influyente entre los tomadores de decisiones del mundo para hacer un mundo mejor y más humano para todos.

CRÉDITO DE LA FOTO: Bea Uhart

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