Mensaje ejecutivo

La esperanza es eterna

Por John E. Trauner 
Gran Maestre Adjunto

Juan E. Trauner

La primavera trae esperanza renovada para todas las cosas. A medida que nos embarcamos en una de las estaciones más hermosas y regeneradoras, nos sacudimos el estancamiento del Viejo Invierno y esperamos con ansias el cálido sol de nuestro futuro.

Este es verdaderamente un momento maravilloso para ser masón. Este año celebramos el centenario de nuestra querida DeMolay International. Fundado por Dad Land en 1919 para los celebrados 9 primeros niños, vio la necesidad de que los hombres jóvenes pertenecieran a una organización mucho más grande que ellos, una que les diera la base sobre la cual construir vidas exitosas.

Las virtudes de DeMolay le dan a cada niño y joven una base firme y una dirección clara para convertirse en un líder exitoso. Incluyen el amor entre un hijo y un padre, la reverencia de los asustados, la cortesía, el compañerismo, la fidelidad, la limpieza y el patriotismo.

Papá Tierra creía en estas virtudes cuando las impartió a los primeros jóvenes. Se alinean perfectamente con las virtudes masónicas de nuestro gentil oficio: templanza, fortaleza, prudencia y justicia. Como masones, somos nuestros propios administradores de la virtud. Brindamos un ejemplo al que aspiran nuestros jóvenes, y nunca debemos permitir que su progreso e inspiración se vean empañados por una conducta menos que virtuosa en nuestro propio beneficio.

Recuerde que el bien más preciado que tiene para ofrecer a su capítulo local de DeMolay es su tiempo. Forme parte de un capítulo cerca de usted o anime a su logia a patrocinar uno. Nuestra juventud es verdaderamente nuestro futuro y depende de todos nosotros. ¡Celebremos juntos la visión y el legado de DeMolay!

Juan E. Trauner
Gran Maestre Adjunto

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