De los archivos

Cómo el destino eligió a Walter Wilcox

Una red de albañiles aseguró el futuro de una joven huérfana

IMG_1497

El 3 de octubre de 1878, Walter Cary Wilcox, de 4 años, se sentó en un tren de Louisiana que se dirigía a Oakland, California. Un boleto de embalaje atado alrededor de su pequeño cuello indicaba su situación: “El portador de esto es Walter Wilcox, que ha quedado huérfano por la epidemia que ha invadido esta ciudad… Hablo por él, por parte de los ferroviarios entre Nueva Orleans y Chicago. , todas las atenciones posibles, buscando su comodidad y protección.”

Cuando la madre de Wilcox murió de fiebre amarilla, los organizadores del funeral descubrieron un reloj con un emblema masónico entre sus pertenencias. Enviaron una petición para el caso del huérfano a la Gran Logia de Luisiana, que a su vez compró el billete de tren de Wilcox a Oakland, donde vivía su abuela.

Después de su arduo viaje, Wilcox recibió una cálida bienvenida de los masones de California, incluido el Gran Maestro Nathaniel G. Curtis. Su empatía por su difícil situación era tan fuerte que la Gran Logia de California se ofreció a convertirlo en pupilo de la fraternidad, ayudando a pagar su cuidado. Llegó a ser conocido como "El chico de los albañiles" en toda la fraternidad y en California.

Cuando la abuela de Wilcox falleció en 1888, el Gran Tesorero Nathan Spaulding adoptó a Wilcox y lo crió como si fuera suyo. Cuando tuvo la edad suficiente, Wilcox siguió el ejemplo de su mentor. Fue criado como Maestro Masón el 11 de mayo de 1895 en Oakland Lodge No. 188.

La conmovedora historia de Walter Wilcox sigue siendo un testimonio conmovedor de la fuerza del afecto fraternal y el alivio masónico.

Obtenga más información sobre el viaje de Walter y explore los documentos de archivo en masonicheritage.org/exhibits/Wilcox.